La funcionaria prefirió no hablar sobre el enojo de Arroyo tras el cierre de la lista de precandidatos a concejales. Luego de que el hijo del intendente asegurara que él y su padre están "desilusionados", Baragiola decidió no responder. "La cuestión política la discuto hacia adentro, no por los medios", sostuvo.
En su primera aparición pública tras varios días de silencio, la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, rechazó hoy hablar sobre la crisis política existente dentro del gobierno municipal luego de que el intendente Carlos Arroyo le reprochara la forma en la que quedó constituida la lista de precandidatos a concejales por Cambiemos.
“Me he llamado a silencio por respeto”, aseguró la funcionaria durante una entrevista con Radio Brisas, concedida para describir su actuación durante una protesta de trabajadores de la pesca desarrollada frente al Palacio Municipal.
Consultada sobre las recientes declaraciones del presidente del bloque de la Agrupación Atlántica e hijo del intendente, Guillermo Arroyo -quien afirmó que tanto él como su padre están “desilusionados” con la actitud de Baragiola- la funcionaria se negó a explayarse sobre el tema.
“La cuestión política la discuto hacia adentro, no por los medios“, sostuvo.
Con esta breve declaración Baragiola eludió referirse a una cuestión que por estas horas genera interrogantes sobre cómo continuará la relación entre el radicalismo y el arroyismo y acerca de cuál será la postura de la funcionaria en su condición de primera precandidata a concejal por Cambiemos.
La crisis se desató el último lunes, cuando el intendente convocó a Baragiola a su domicilio y le expresó su disgusto por cómo quedó conformada la lista de precandidatos, dentro de la cual, Mauricio Loria, yerno del jefe comunal y principal postulante de la Agrupación Atlántica, fue relegado al sexto lugar.
En el marco de esa reunión surgieron trascendidos sobre pedidos y amenazas de renuncias. Si bien con el correr de las horas hubo intentos por aquietar las aguas, todo parece indicar que la relación entre el intendente y Baragiola atraviesa por su peor momento.
De hecho fuentes allegadas a la funcionaria confirmaron que en días más abandonará su tarea como secretaria para dedicarse de lleno a la campaña electoral.
Además, en lo que aparenta ser un coletazo de esta confrontación, esta semana Arroyo desplazó de su entorno al director de Choferes y Protocolo, Walter Alló, íntimamente ligado a Baragiola.
Aunque la naturaleza del cargo no lo requiriera, lo cierto es que Alló, considerado como un “vilmo”, se había constituido en uno de los funcionarios con mayor presencia dentro de la secretaría privada.
Su desplazamiento fue interpretado como un claro intento de Arroyo por renovar su entorno, alejando a algunas de las personas que ya no le inspiran confianza.